Amaia U. LASAGABASTER
FÚTBOL FEMENINO

Un punto extra de ilusión

Oiartzun se une a Athletic y Real en la máxima categoría, que arranca mañana. Las guipuzcoanas intentarán mantenerse en suregreso a Primera, mientras las rojiblancas quieren volver a pelear por el título y las donostiarras regresar a posiciones de honor.

Tras un verano repleto de compromisos internacionales, regresa la Primera División femenina. Y lo hace con un punto extra de ilusión, después de un curso con muchos sinsabores. Y una gran alegría, la que supuso el ascenso del Oiartzun, uno de los clubes con una trayectoria más amplia en el fútbol femenino, a la máxima categoría.

De ahí que el equipo guipuzcoano sea el principal artífice del ánimo con el que acomete la competición el fútbol vasco. El principal, pero no el único. Athletic y Real, con la ilusión de los proyectos renovados, confían en hacer buenos esta vez sus objetivos, ya sea la pelea por el título, o al menos por Europa –la competición tiene por primera vez derecho a dos representantes en la Liga de Campeones– y la clasificación para la Copa.

En Lezama no hay dudas. «El objetivo es conseguir el título en todas las competiciones que estemos disputando. Por ello estamos trabajando y vamos a pelear durante toda la temporada», afirma Joseba Agirre, cabeza visible del nuevo proyecto rojiblanco. Su predecesor Juan Luis Fuentes pasa a hacerse cargo de la sección al completo, en detrimento de Iñigo Juaristi, que deja el club tras haber dirigido, con diferentes responsabilidades, al equipo femenino desde su creación.

Caras nuevas también en la plantilla. Aunque no demasiadas. El fichaje más relevante es el de Ainhoa Vicente, que llega desde la Real, junto al esperado regreso de Joana Flaviano tras haber defendido los colores del Torres italiano el pasado curso. La plantilla se completa con muchas jugadoras jóvenes, que ya el año pasado dieron un salto de calidad. Una progresión que deberán mantener si quieren dar el relevo a futbolistas como Arrate Orueta, a la que el club decidió no renovar. Joana Arranz, Arene Altonaga e Izaskun Leoz tampoco están ya.

Nuevos mimbres para un equipo del que Agirre espera que sea «comprometido, solidario, un equipo que sepa en cada momento lo que tiene que hacer». Tendrá que conseguirlo pronto porque la temporada empieza fuerte para las vizcainas: Levante, Valencia y Barcelona estarán enfrente en las tres primeras jornadas de Liga.

Objetivo, competir

De eso que se libra, en esta ocasión, la Real, con un arranque de calendario más asumible que el de las últimas temporadas. También en Zubieta se respiran nuevos aires. Empezando por el banquillo, en el que se sienta ahora Igor San Miguel.

El técnico de Astigarraga se pone al frente de un equipo en el que se mantiene abierta la puerta que franqueó el pasado año Cristina Pizarro. Núria Mendoza (Espanyol) y Paola Soldevilla (Sant Gabriel) suman experiencia al nuevo proyecto txuriurdin, al que también se suman la exrojiblanca Izaskun Leoz, Manu Lareo, Titay Calvo, Ane Etxezarreta e Iraia Iparragirre. Entre las bajas, la más sensible es la de Ane Bergara, fichada por el Barcelona.

El objetivo indiscutible pasa por olvidar las penurias del año pasado, cuando la Real no pudo sellar la permanencia hasta el final. E intentar recuperar la ilusión copera, aunque San Miguel prefiere no hablar de metas concretas. «Es un poco prematuro –admite–. Estoy contento con el bloque que hemos formado y con su trabajo y rendimiento en pretemporada. Pero las rivales también tienen mucha ilusión y nivel. Vamos a ver a partir del domingo qué nos dice la clasificación y esperar unas cuantas jornadas para hacernos una idea de dónde puede estar el equipo». Un equipo del que espera que «compita. Peleón, al que cuesta mucho enfrentarse, que no da un balón por perdido. Que combine cuando pueda y que trate de aclimatarse a todos los rivales y campos para tratar de jugar siempre de la forma más eficaz», subraya.

La aclimatación es, precisamente, la principal preocupación de Jon Alkorta, consciente de que el Oiartzun pagará peajes en su debut. «Estoy muy contento con el equipo, el trabajo que hemos hecho, la trayectoria... Pero estamos deseando empezar y comprobar si somos capaces de dar el nivel», explica el técnico, que prevé unas primeras semanas especialmente complicadas. «No sé si serán dos, cuatro o seis pero seguro que necesitamos algunos partidos para completar ese proceso». Y para ello, también para el resto de la temporada, será especialmente importante que el equipo sepa reaccionar a los golpes, «algo que ya ha demostrado en otras ocasiones. Ese aprendizaje previo nos vendrá muy bien», se felicita el técnico, que tras guiar al Oiartzun a Primera, se estrenará también en los banquillos de la categoría.

La experiencia la pondrán algunas jugadoras como Esti Aizpurua, Ainara Herrero o Marina Agouës, un fichaje de kilates, que llega este verano desde la Real. «La aportación de estas jugadoras ya está siendo importante y lo será durante todo el año. Además se han acoplado muy bien» a un equipo cuyo objetivo será «intentar seguir haciendo lo que nos ha traído aquí. Es otra categoría pero este equipo ha sabido competir y queremos que siga siendo así».

Cambios en el Barça

¿A qué se enfrentarán Athletic, Real y Oiartzun? A una Liga en la que el Barcelona vuelve a parecer un peldaño por encima de los demás. Ha sufrido bajas muy importantes –Vicky, Corredera, Sonia, Willy, Torrecilla– pero los «parches» no desmerecen, ya se trate de Ane Bergara, Olga García o Bárbara Latorre.

El Atlético, que se estrena en Europa, se ha reforzado con Kenti, Mariela y Sonia. Goles asegurados en el cuadro colchonero. Valencia y Levante completarían el grupo de grandes cocos, de los que parecen caer definitivamente, víctimas de las estrecheces económicas, Espanyol y Rayo. El resto, incluyendo el ascendido UDG Tenerife, se moverá entre la ilusión copera y la lucha por la permanencia.