El Ejecutivo comunitario hizo públicas ayer sus previsiones macroeconómicas de primavera para 2015 y 2016, que indican que el crecimiento de la economía de la zona euro será este año del 1,5% (dos décimas más de lo calculado en febrero) y del 1,9% en 2016 (una décima más).

La CE atribuyó esa mejora a «un conjunto de factores puntuales que permiten estimular un crecimiento que sin ellos, sería débil», en referencia a los precios bajos del petróleo, a una evolución económica global sostenida, la depreciación del euro y el impacto del programa de compra de deuda del Banco Central Europeo, entre otros.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, subrayó que la economía europea no había tenido «un comportamiento tan bueno desde hace años», favorecida por factores externos y «por medidas que empiezan a dar sus frutos».

Subrayó por ello que «se necesitan esfuerzos suplementarios para evitar que esta recuperación no sea coyuntural» y alentó a realizar inversiones, reformas, y a proseguir políticas de «responsabilidad presupuestaria» que permitan crear empleo duradero.

El Ejecutivo comunitario, sin embargo, advirtió también del «desigual crecimiento económico» entre los socios europeos.

Entre las grandes economías de la eurozona, los expertos de la CE avanzan para Alemania una progresión del 1,9% para 2015 (cuatro décimas más de lo previsto en febrero) y del 2% para 2016; para el Estado francés del 1,1 y del 1,7% y para el Estado español del 2,8 y del 2,6%.

Pese a que estas cifras son más optimistas que las de principios de año, se sitúan una y tres décimas por debajo de las expectativas del Gobierno de Rajoy. El ministro de Economía, Luis de Guindos, insistía ayer en que la economía española puede crecer este año, incluso, más del 2,9% anunciado.

En contraste con esta mejora general, el Ejecutivo comunitario recortaba en dos puntos (del 2,5% al 0,5%) su previsión de crecimiento para Grecia debido a la incertidumbre generada por el bloqueo de las negociaciones sobre el rescate.

Inflación, paro y déficit

Respecto a la inflación, Bruselas prevé que «sea casi nula en el primer semestre de 2015» por la caída de los precios de la energía, aunque espera un aumento en lo que queda de año y en el siguiente.

En cuanto al nivel de desempleo, la CE subraya que «aunque desciende, sigue elevado» y estima que este año se cerrará con una tasa de paro del 11%, que bajará en 2016 al 10,5%.

Respecto al déficit, prevé que la media de ese indicador se situará en el 2% en 2015 y en el 1,7% en 2016. En el caso del Estado español, la CE espera que su déficit público baje del 5,8% de 2014 al 4,5% este año –todavía por encima del objetivo del 4,2%–, y al 3,5% en 2016 –por encima del 3% obligado–. Por ello, estima que deberá aumentar ingresos o disminuir gastos por unos 10.000 millones de euros.

Un jarro de agua fría para Grecia en plenas negociaciones

La drástica revisión a la baja de las previsiones económicas helenas por parte de la Comisión Europea cayó ayer como un jarro de agua fría en Grecia, que se encuentra en un momento crítico de las negociaciones con sus acreedores, ante los que había presentado cifras más positivas.

Varios miembros del Gobierno de Alexis Tsipras, que ayer cumplía sus primeros cien días, están llevando a cabo una gira europea para lograr una inyección de liquidez intermedia antes del desbloqueo completo de la ayuda financiera pendiente.

Ayer mismo, el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, se reunió con el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, quien insistió en que no se contempla la salida de Grecia del euro y en que espera que en la reunión del Eurogrupo del próximo lunes haya un «fuerte progreso» en las negociaciones con Atenas sobre un plan de reformas.

Varoufakis afirmó que el Eurogrupo del próximo día 11 será «otro paso en la dirección de un acuerdo» definitivo, minimizando así las posibilidades de un acuerdo definitivo. GARA